dimanche 28 août 2011

RAÚL RUIZ

CINE DE PIEL

El más imaginativo y aventurero del cine chileno, RAÚL RUIZ, muchas de sus obras fueron pensadas fuera de Chile, algunas se refieren a su país en una puesta más universal. Se trata de un cine arte, delicado y profundo, muy agudo y lucido, por lo que se le vincula a una visión surrealista en el tratamiento de la realidad, realidad vista desde ángulos diversos, o mejor dicho desde las fisuras que la propia realidad sugiere. Raúl Ruiz, fue asistente de Federico Fellini, por lo que tiene toda la manera de construir sin un guion establecido ¨ sin rigidez¨, es lo que gusta al público francés. Ruiz es poseedor de una gran imaginación, su mirada se fusiona, se acerca a la literatura, próximo a los relatos de Cortázar, Edgar Allan Poe y en el cine indudablemente se aproxima al imaginario de la corriente de Buñuel. Es interesante establecer relaciones naturales que se dan en el acto imaginario de Raúl Ruiz, quien a su vez también cobija a otros; influir en otras figuras como el caso de Andrés Pérez, el creador de ¨La Negra Ester¨ quien fue asistente de Raúl Ruiz. Son laberintos comunes de un cine o escenario de narrativa como en el teatro, es el elemento sorpresivo que pasa a ser el hilo conductor de la obra, en una visión más especulativa y automática como en el lenguaje poético. Raúl Ruiz, es el más grande creador del cine chileno y uno de los referentes determinantes del cine mundial, es uno de los pocos que despierta una curiosidad que hace que el espectador debe o ¨quiera¨ repetirse sus películas, volver a verlas muchas veces, para reinterpretar sus imágenes. Esto es sinónimo de un buen cine, como lo es en el caso de una buena pintura, (mientras más apetito tengas por mirarla, serán mayores los sentidos que te despierta) que puedes y debes observarla muchas veces, para encontrar otras posibilidades, más significaciones… metamorfosis al infinito. Da lo mismo donde quedaran sus restos, en Chile u otro continente, su espíritu seguirá en el aire, suspendido, por las ciudades, casi tocando la tierra.

Vi muchas veces a Raúl Ruiz, caminando en Paris, cerca de la avenue du Maine, y también aquí en Chile, siempre con un aire abstraído o absorbido por sus pensamientos, como volando a ras del suelo. Por lo que nunca quise acercarme e interrumpirle, sólo publicamos un artículo sobre él, en la revista Bilingüe ¨Ojo de Aguijón¨ que editábamos con mi amigo Miguel Flores Eloz en los años 85 en Francia.

COKE LEAL LABRIN