mercredi 11 mars 2009

Los médicos por vocación deben "hacer bien su pega" como lo señala el padre y ministro Velasco.


Cuando sucedió lo de la pequeña Emma, la hija de Consuelo Saavedra y el Ministro Velasco, yo pedí a mi pequeña hija, Joce Lou, que desde su magia espiritual ayudara a que la pequeña Emma se recuperara - Los niños deben vivir, tienen derecho al cuidado y a la vida, sus pequeñas vidas testimonian el sentido que tiene nuestro universo -.
Hoy estamos muy contentos por la recuperación de Emma; compartimos la alegría de sus padres, luego de vivir ese infierno de incertidumbre y lo que puede significar la pérdida. Ella se salvó porque la "magia existe"; muchos pueden pensar que se hizo lo imposible de parte de los médicos por la notoriedad pública de sus padres. Yo prefiero pensar que no fue así, me quedo con las palabras del ministro Velasco "Mi hija está en su casa, bien, rodeada por todos los que la quieren, y esto fue posible gracias a que se hizo bien la pega".
Creo que estas palabras deben ser la base de un sistema de salud público o privado; los médicos por vocación deben "hacer bien su pega" como lo señala el padre y ministro Velasco. Lo trágico y lamentable es que no siempre es así.

Nuestra hija Jocelyn Lou Leal Morel fue completamente olvidada, omitida, por su doctora Emma Concha, en Oncología del Hospital CALVO… Fue dada de alta, 10 días después de empezar su tratamiento, por su Dra. E. Concha; como paciente ambulatoria, estuvo bajo nuestro cuidado. Desde el principio de su tratamiento nunca tuvo ningún síntoma de efectos colaterales que puede provocar la quimioterapia; pasaron los días y una mañana se despertó algo cansada con un dolor abdominal; debido a que ese dolor persistía, llamamos a su Doctora Emma Concha; no fuimos atendidos; una paramédico le dio nuestro mensaje, que nos llamara pues nos parecía que el dolor que tenia nuestra hija no era algo ligero; además ella tenía una temperatura de 34°, llamamos varias veces y nos señalaron que la Doctora tenia nuestro recado y nos llamaría. Nunca nos llamó.Luego nos comunicamos con el Doctor que seocupaba de la atención en el tratamiento ambulatorio de Quimioterapia.. Nos señaló que no estaba en el hospital, que se encontraba con permiso; al preguntarle sobre el dolor abdominal y la temperatura de 34° que marcaba en la mañana, nos señaló que esa temperatura no existía, que nos compráramos otro termómetro, no digital.
El doctor notoriamente no sabía - o no quiso molestarse -, que una temperatura de 34° es muy grave y sinónimo de hipotermia, shock… Decidimos ir a Urgencia, donde llegamos con ella. Luego de una larga confusión, pues querían que esperáramos con nuestra hija, paciente oncológica, en el mismo lugar en que habían enfermos con diversas patologías – con el riesgo de que ella pudiera infectarse -. Pasaban los minutos… Al final nos dejaron en un pasillo liberado donde ella no corría riesgo. Nos atendió ese día la Doctora Teresa Pérez, quien estimó que nuestra pequeña tenía un fuerte dolor abdominal ycomo paciente ONCOLOGICA debían realizarse todos los exámenes de rigor.
Es su ficha marcó fuerte dolor abdominal, realizar exámenes de sangre y ecotomografia abdominal de pie, dejar en observación; confirmó esto ante nosotros por celular con la Doctora oncóloga…. quien le señaló que estaba en lo correcto. Luego entregó este informe al Doctor Salvador Padilla, quien llegó con dos mujeres paramédicos, para realizar los exámenes pertinentes.La doctora Pérez nos dejo en manos del Doctor Padilla, al cual le señalo que había consultado con Oncología su diagnóstico y que estaba en lo correcto.El doctor PADILLA volvió a examinar a nuestra hija, con tactaciones en el vientre, y fue cambiando el diagnóstico de su colega, Dra. Pérez, realizando otra ficha médica donde señala que Jocelyn presentaba un leve dolor abdominal y que no ameritaba exámenes para determinar su causa; le señalamos que ella había tenido en la mañanahipotermia y que el dolor persistía.
El Doctor Salvador Padilla se negó a realizar los exámenes señalados por su colega y confirmados por la doctora de Oncología… y devolvió a casa, ese día Jueves 21 por la noche, a nuestra hija, quien continuaba con dolor: sólo le suministró un calmante.
Ella durmió algo esa noche, cansada y muy fatigada pues en Urgencia no se le suministró suero – a pesar de haber señalado al Dr Padilla que ella no se había alimentado durante el día, que no soportaba alimentarse, que había tomado sólo agua. Nuestra hija se despertó tipo 5:30 de la madrugada y devolvió eructando el calmante. Nos comunicamos con el hospital, con una auxiliar- no había médico ni paramédico que pudiera atendernos -. La asistimos en casa, y nos preparamos para llevarla a la quimio que tenia la mañana de ese día viernes; a las 8:30 la levantamos; ella ayudó a vestir y peinarse; nos habló… Me dijo "¿Papa llegará luego el taxi ?" (el cual nos transportaba al hospital).
Al sacarla de casa para tomar el taxi, ella empezó a perder el conocimiento. La tratamos de hacer volver; ella volvió en tres ocasiones; se despertó. Llamamos del auto al médico que debía controlarla ese mismo día viernes para que prepararan todo en Urgencia.Cuando llegamos a reanimación, no había nada preparado; buscaban todos durante varios minutos al anestesista. Mientras mi hija estaba en reanimación, subí a Oncología donde su doctora quien nunca nos devolvió el llamado el día jueves; le señalé que mi hija se encontraba en reanimación. Ella bajo al primer piso de reanimación junto a otros médicos, aun no encontraban al anestesista.
Después de media hora salen de reanimación para señalarnos que nuestra hija había fallecido.
Al preguntarle a su Doctora, Emma Concha, por qué no respondió a nuestros llamados todo el día jueves 21, ella "patéticamente" nos dijo que había perdido nuestro teléfono luego señalará a su jefa de oncología, según las palabras de la propia directora de Oncología, Dra Villarroel, que ella había pensado que podía ser cualquier dolor abdominal común en los niños pequeños de 7 años, por lo que no llamó a sus padres , y no se informó sobre el estado de su paciente en un claro abandono de sus deberes.
Emma Velasco tuvo médicos que como lo señala su padre "Hicieron su pega", por la que estudiaron, por la que tienen vocación - se supone -, y por último, una pega por la cual se les paga. En nuestro caso como en muchos otros, está el abandono de deberes de los médicos señalados: Emma Concha, Salvador Padilla Sanhueza, Jose luis…
Deduzco lo siguiente de las palabras de Andrés Velasco: existen médicos que éticamente son diferentes. Están los que salvan y luchan por la vida de sus pacientes, y están los otros que con su omisión, indiferencia, irresponsabilidad, Matan lo más hermoso que nos otorga la vida, los niños, seres indefensos. Agrego que públicamente el Dr ARTAZA, Director del Hospital Calvo M…señalo ante los medios de comunicación que a una pequeña niña de 6 años, Dafne, no se le podía trasplantar la médula, porque sólo tenía 30% de probabilidades de vida, que el tenia el convencimiento de ello. ¿Es aceptable tal disparatada reflexión del Dr Artaza?
Cuando un médico, así como en el caso de Emma Velasco, debe luchar hasta el último respiro para salvar una vida, y no puede determinar por % trasplantar o no a una pequeña que puede vivir… sabiendo Dr Artaza que si no era trasplantada, esto significaba la muerte de la pequeña. Lamentablemente fueasí. ¿Como se puede explicar tal acto de la encargada de transplante Dra Julia PALMA y del Director del Hospital Dr ARTAZA?
La Justicia debe determinar responsabilidades pero también la ciudadanía debe tener una opinión al respecto. Cuando suceden casos como el de Emma Velasco debemos todos reflexionar, esto no puede seguir sucediendo en la SALUD CHILENA; los médicos no pueden perder su vocación y dedicarse sólo a ganar dinero, becarse para obtener más dinero, cumplir varios roles directivos como el caso de la Doctora Villarroel, quien dirige simultáneamente el Departamento de Oncología de la Clínica las Condes y el Departamento de Oncología del Hospital CALVO Mackenna.
Son responsabilidades que merecen dedicación completa y que éticamente no pueden convivir con el lucro y el amor al dinero.

[BASTA DE IRRESPONSABILIDADES, DE ENCUBRIR ESTOS MISERABLES ACTOS, TERMINEMOS CON LAS DESIGNACIONES POLITICAS EN CARGOS DE JEFATURA DE HOSPITALES PÚBLICOS; ELLO SÓLO AYUDA A ENCUBRIR LAS GRAVES FALTAS DE MEDICOS INCOMPETENTES, Y DAÑA LA IMAGEN DE EXCELENCIA DE MÉDICOS QUE ELIGIERON POR VOCACIÓN CUIDAR AL PRÓJIMO Y SALVAR VIDAS.]

Nuestros saludos a los padres de Emma, les deseamos disfrutar la dicha de su Hija.

Jorge LEAL LABRIN

2 commentaires:

  1. Lamento mucho la pérdida que han sufrido, soy madre de tres pequeños y no imagino la angustia y el dolor que sentiría al perder a cualquierea de ellos.
    Les agradezco que compartieran su experiencia, me ha servido enormemente, tengo que operar a uno de mis niños este verano y había consultado con el Dr. Salvaror Padilla Sanhueza, que Uds. mencionan en su relato; después de lo descrito por Uds. DE NINGUNA MANERA OPERO A MI HIJO CON ESTA PERSONA.

    Muchas gracias

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  2. ¿Cabe preguntarse?
    Somos un país que poco nos interrogamos, nos falta preguntarnos y ser algo más críticos. No basta decirnos para apaciguar nuestras consciencias y debilidades, muchos actos fallidos, que somos el país más solidario frente al drama social; frente a cualquier cosa que nos sucede nos movilizamos, aunque sea en la última instancia. Falta criticarnos frente al sentido de responsabilidad, es el punto donde fallamos como país, repetidamente, tenemos falta de rigor frente a las cosas, al análisis y la autocritica; es fácil decir luego que todos son héroes. Muchas de las cosas que a diario vivimos, dramas más que tragedias, pues las tragedias son sólo literarias, y el drama es humano y es producto de los hombres, de toda una sociedad, por lo que se puede hacer las cosas mejor, en el momento preciso. No tenemos que olvidarnos de ANTUCO, tampoco de los muchos niños que fallecen por irresponsabilidades médicas; me refiero a ellas pues las he vivido de muy cerca, irresponsabilidades frente a la atención médica de mi hija de sólo 7 años, fallecida por la negligencia de varios médicos del hospital de niños Calvo Mackenna, quienes por flojera y omisión dejaron morir a mi hija sin calmar su dolor, sin preocuparse de realizar un examen que hubiera podido señalar la causa de su dolor. Esto sucede en pleno siglo XXI, al igual que lo que sucedió en ANTUCO, con los mineros, este drama aéreo que hoy lamentamos… pero que nuestra ligereza nos hace pensar, para apaciguar conciencias, que tal vez esto tenía que suceder. No pensamos que la RESPONSABILIDAD pasa por prestar atención a los detalles – es el rigor—profesional que se abandona, por falta de criterio, por falta de profesionalismo, en la labor que desempeñamos y por lo que somos pagados, para hacer las cosas bien, NO A LA CHILENA, como sabemos que frecuentemente actuamos ¡ A LA CHILENA! Creo que tenemos que pensar en serio y tomarnos en serio, para hacer las cosas bien, NO AL LOTE, en nuestro verbo común, ÉCHALE NO MÁS… Esta no puede ser una característica positiva de nuestra idea de país. A la ligera se transportaron veintiuna persona a Juan Fernández, sin chaleco salvavidas, sin combustible de retorno, en un avión sobre cargado, por ligereza y descuido. La OMISION siempre se instala en los dramas, por lo que aquellos que la cometen deben asumir su responsabilidad, es reprochable toda negligencia y asumir la culpa es un valor ético de sociedad; de lo contrario seguiremos lamentando otros dramas humanos. Cuando se tiene el tiempo para hacer todo bien, se deben hacer las cosas bien. Lo que era mucho mejor que terminar desplegado todos los medios para recoger los cuerpos, había que poner las condiciones óptimas para un viaje de esas características… el no prever las cosas con profesionalismo seguirá siendo a futuro algo a lamentar.

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